A César, porque sÃ. Los dos, César, somos del Mediterráneo, pertenecemos a él, vivimos en él y estamos impregnados de su cultura. Una cultura que, aunque les pese a algunos, es madre y cuna de civilizaciones; pero lo más notable, a mi entender, no es su bagaje de conocimientos, su aportación al saber mundial, lo más extraordinario -repito- es que es una cultura de los sentidos, de la belleza, de la vida y del saber vivir. Es lúdica en toda la extensión de la palabra; por eso es (...)