Escuché esta zamba por primera vez en el año 1999, fue mi primer encuentro con el folclore argentino y de Sur de América de una forma general... Y ahora soy una fan apasionada y incondicional.
Como un tizón encendido
ardiendo dentro mi sangre
tu sombra viene conmigo
y no la puedo arrancar.
Te llevo por los caminos
como un abrojo prendido,
prendido a mi caminar.
Te llevo por los caminos
como un abrojo prendido,
prendido a mi guitarrear.
Por esas ramas del viento (...)