Besó a su mujer y la estrechó entre sus brazos con si fuese la última vez que estarÃan juntos. Los separaron a empujones sin que él pudiera dejar de mirarla. Al alejarse, sus labios se movieron pero las palabras se negaron a salir de su boca. Miró a su alrededor y vio junto a la puerta del refugio a sus tres hijos, el mayor, un chaval de diez años, sujetaba a sus dos hermanos fuertemente contra su pecho. Con mirada triste, observaron a su padre. Danilo con los ojos empapados por el (...)