"...Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón." -San Mateo 5:28 La conocà en la tarde en el supermercado, por la sección de carnes donde dice: ’Pe cados’.* Dos melones palpaba con sus sensuales dedos, y mi mente vagaba sin temor y sin miedo. Cuántas obscenidades por mi mente pasaron, y las llamas de Hades mi piel acariciaron. Los melones llevaba suculentos y tiernos, mientras yo salivaba con boleto al (...)