La constelación formada por la América Latina de lengua española y España es tan variada como su propio uso del idioma. Unos y otros introducen legÃtimamente los modismos que les son propios. Pero aún asà lo que une, pongamos por caso, a Tegucigalpa con Buenos Aires es la lengua española, y algo parecido ocurre con la gran variedad de formas periodÃsticas que existen en ese universo. Pero sostengo que cuando menos hay un elemento común que se extiende, con matices, de RÃo Grande (...)